Giovanni Sartori, en «Homo videns» (1998), piensa que esta síntesis no se ha logrado. Por el contrario, se crea una ‘suma negativa’ en el que en el encuentro entre concepto e imagen pierden los dos, el homo sapiens y el homo videns.

A mediados del siglo XX, aparece un innovador medio que revolucionaría la forma de obtener información y, sin querer queriendo, generaría un nuevo tipo de ser humano: la televisión.

Antes de la TV, los acontecimientos del mundo se relataban a través de la palabra; actualmente se muestran en imágenes, ya sean videos o fotografías, y el relato, es decir, su explicación, reposa en la imagen. Este avance tecnológico abrió un horizonte distinto al hombre y le permitió ser testigo de sucesos reales o de entretenimiento en cualquier momento, desde cualquier lugar y distancia. El dato importante aquí, que parece inofensivo, es que, con la televisión, la imagen comenzó a prevalecer sobre la palabra.

“La televisión estimula, pero también, frente a estos progresos, hay una regresión fundamental: el empobrecimiento de la capacidad de entender".

A partir de ello, el investigador italiano Giovanni Sartori propuso una nueva denominación de la especia humana en su libro ‘Homo Videns’. El autor postula que, con la televisión y posteriormente con Internet, el ‘Homo Sapiens’, producto de la cultura escrita, se ha ido transformando en un ‘Homo Videns’, para el cual las imágenes cobran mayor sentido y valor que lo escrito o hablado.


Como consecuencia de este cambio radical se fue formando lo que Sartori llamó vídeo-niños: una nueva generación que ha crecido con la televisión como su primera escuela, pasando horas frente a ella incluso antes de aprender a leer y escribir. Una característica importante de estos niños es que, al estar familiarizados con un aprendizaje visual, se restringen a ser adultos desacostumbrados a la lectura y que responden casi exclusivamente a estímulos audiovisuales. Estos video-niños, hoy ya son jóvenes que tienen una forma distinta de aprendizaje, llamados también ‘millennials’.